Ven, vamos a un mundo dónde la tristeza no existe y no conocen las lágrimas. Prométeme que vendrás conmigo, que estaremos despiertos toda la noche hablando, diciéndome que no me dejarás ir nunca, que tendremos un futuro juntos.
Ven, y llévame muy lejos, hasta donde nadie ha llegado. Por encima del cielo jugamos a ponerle nombre a las estrellas, y nos balanceamos en la Luna.
Ven, abrázame fuerte, para que el miedo no me pueda atrapar. Quiéreme y nada podrá detenernos.
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