no corras por los prados
que las hojas de metal arrancan
las alas del que sueña libre
que respira
que mira al cielo y no desespera
y es que en la playa sentada
está la arena que ralla
los beneficios de tus palabras
que yo digo mucho y no dices nada
y poco a poco el agua se acaba
y la sal arde en los ojos
como si la luna ya te atacara
al unísono de los pájaros
porque ya tu vida no es nada
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