24 de noviembre de 2011

Ver el mundo de otro color.


La luz del amanecer se cuela entre mis persianas y poco a poco mi vista recobra la claridad. 

Me asomo a la ventana y veo cómo los rayos del Sol van inundando la ciudad, un nuevo día empieza.

Y siento que algo ha cambiado.
 
Ya no veo el mundo en blanco y negro; ahora veo el mundo de color por fin.

Y guardo esa imagen en mi mente porque me parece increíble que hoy no te echo de menos, que hoy no quiero hablarte, que hoy no quiero verte.

Me he echo más fuerte.

Se acabaron esos días de inmensa tristeza.

Pero...

En mi memoria yo te guardaré...

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