24 de octubre de 2012

Perdida.


Nos sentimos frágiles pensando que quieren dañarnos y ya estamos al límite, al borde del vacío. Y con una suave brisa estallamos, nos rompemos en mil pedazos, como una pompa de jabón con el más leve contacto. Entonces me gritas y yo rompo a llorar. Durante un momento ya no sabemos quién grita y quién llora. Nos distanciamos más y más, sin poder evitarlo ni pararlo.
Y luego nos volvemos a encontrar, como si nada hubiera sucedido, pero todo ha cambiado. Comportándonos como extraños, vuelve a pasar. Vuelve a encenderse esa luz en los ojos y nos volvemos a entender con miradas. Y aparece de nuevo esa sonrisa que tanto extrañaba.
 Nos rompemos, nos distanciamos, nos sonreímos, nos acercamos. Y todo vuelve a repetirse, una y otra vez. ¿Por qué tienes qué hacerlo todo tan difícil?

16 de octubre de 2012

Break me down.

Fingir. Pretender. Mentir. ¿Todo eso para qué? Si luego nadie se preocupa, si no le importa a nadie que no pudiste dormir porque estuviste toda la noche llorando, si estás bien o mal, o si llevas así más tiempo del que recuerdas. A nadie le importa si te sientes solo, nadie se da cuenta de que tú también necesitas cariño y alguien con quién poder hablar. Nadie se imagina lo dolido que estás. Nadie nunca ha dado la cara por tí aunque tú darías la vida por muchos. Nadie te va a agradecer nunca que siempre estés a su lado. Acéptalo, en esta sociedad solo se importa uno mismo. Nada de finales felices, sonrisas y arcoiris. Sólo la realidad.