19 de abril de 2013

go away.



No lo puedes entender.

Demasiadas partes de mí que nunca llegarás a conocer. Demasiados secretos escondidos en un cajón. Demasiadas cicatrices que no puedes ver.

Sé que no voy a superarlo, así que no intentes hacerme sentir mejor. No me mires a los ojos y me digas que todo va a estar bien cuando sabes que no es así. No me prometas que vas a estar ahí siempre si te vas a ir. Simplemente no me preguntes si no quieres saber la respuesta. No digas que me quieres si no vas a quedarte a escuchar mi contestación.

Déjame sola, deja que me hunda en este silencio.


12 de abril de 2013

harder.



Es demasiado complicado recoger todos los trozos.
¿Cómo pudiste dejar que pasara? Estúpida. Eres una muñeca rota que no sirve para otra cosa que llorar.
No eres capaz de mirar. No quieres ser de verdad porque tienes miedo.
No existe más que esto. Máscaras, barreras y muros que, en realidad, no te sirven de nada.
No puedes aislarte. No eres tan fuerte como tú creías.
Vuelve.

5 de abril de 2013

Ignorantes.




Aparenté no estar rota, aparenté estar bien. Incluso llegué a sonreír y, a veces, de verdad. Aparentamos que no existe ese pasado, que no importa. No nos sirve de nada fingir. Sabes que me he ido. No te preguntas por qué. Sabes que estoy tocada y hundida. Y sigues sin preguntarte por qué. Qué más da si note importo. Si nunca le he importado a nadie, ni siquiera a mí misma. Así que dime, si no te preocupas por mí, ¿qué va a cambiar? Nada.

1 de abril de 2013

White lips.

El tiempo va muy lento y muy rápido a la vez. Quiero dormir y no volverme a despertar. Soy un puzzle roto sin terminar, me faltan piezas y no sé donde buscar. Montaña rusa como estado de ánimo, tantas subidas y bajadas que ya no sé ni dónde estoy. ¿Qué ya no me importa nada más? Puede ser. Solo dime donde acaba esto, ¿dónde está la salida? Está todo muy oscuro. Esto es lo que pasa cuando se acaba el tiempo, cuando llegas demasiado tarde y no puedes hacer nada. Impotencia al saber que no va a cambiar. Y es en ese momento, en el que me siento tan vulnerble, pequeña y perdida al mismo tiempo cuando no aguanto más y me echo a llorar, quizás deseando que todo esto acabe ya.