18 de junio de 2012

Ahora sé que eran buenos tiempos.

Mirando las hojas caer en distinta estación, las gotas resbalando por la ventana de mi habitación y yo gastando mi tiempo en empañar mis ojos con lágrimas que no sirven de mucho. Vacío permanente en mi corazón. No siento nada, no hago nada, no digo nada aunque hay algo gritando en mi interior. No hay razones, no hay nada que te haga seguir y demasiadas que te lo impiden. Sigo viviendo, pero sin vivir en mí. Sigo pensando, quizás demasiado, en ti. Y sigo muriendo cada día un poco más, con tantas cosas dentro de mí, deseando salir, volar, ser libres, tocar el cielo. Tantas emociones juntas que acabarán rompiendo cada parte de mí, porque no soy lo suficientemente fuerte para aguantarlas, o para dejarlas salir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario