3 de febrero de 2013

Recuerdos que se queman.

Ya no sé que hacer con tanto dolor. Ya no merece la pena llorar. No puedo hacer que este dolor desaparezca. No encuentro la manera de sentirme bien. No sé si es ese nudo en la garganta que no puedo deshacer o esas ganas de gritar hasta romperme. No vale de nada lamentarme por las noches, sola y en la oscuridad. Qué más da, si a la luz del día tampoco valgo nada. De nada sirve intentar curar estas heridas cuando yo sigo recordando todas y cada una de las cicatrices. Cuando me preguntan quién me hizo daño, me quedo en blanco y no respondo. La respuesta podría ser muy larga, pero en mi interior se resume con una palabra: yo.



1 comentario:

  1. Totalmente identificada con tu entrada, precio espacio que has creado, me gustó mucho. Te sigo, pasa a leerme si quieres, un abrazo <3.

    ResponderEliminar