31 de enero de 2014

tired of trying.





No saber qué sentir porque ya no siento nada.
No sé si se me han acabado las lágrimas o se me ha acabado el dolor. Pero ya no siento.
No puedo sentir cuando no me miras, ni puedo sentir cuando estoy sola. Tampoco siento el rugir de olas rompiéndose en la orilla.
No siento las sonrisas, ni la sangre corriéndome por las venas. No siento ni el frío del invierno ni el calor de mi cama.
No puedo diferenciar entre querer o odiar.
No noto las gotas de lluvia sobre la piel o el fuego quemándome por dentro.
Tal vez que solo esté asustada de volver a equivocarme en lo que siento o en sentir demasiado.

Tal vez.

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